Tradición

Homenaje al » Abuelo Adolfo»

En la raíz fértil de esta tierra, donde la semilla halla su destino, se alza la figura eterna del abuelo Adolfo. Fue él quien, con sus manos curtidas por el sol y su corazón pleno de esperanza, cultivó no solo frutos, sino sueños que hoy nos alimentan.
Adolfo, faro incansable, supo leer los susurros del viento y el lenguaje secreto de la tierra. Enseñó a una generación a creer en la fuerza de lo simple, en la constancia del esfuerzo, en el milagro de la cosecha.

Hoy, en Campsur, su legado florece en cada surco y en cada mirada comprometida que sigue labrando futuro. En su nombre, rendimos homenaje a él y a todos los agricultores, guardianes del alma almeriense, que con sudor y esperanza han construido un presente fértil y un porvenir abundante.
Gracias, abuelo Adolfo, por sembrar no solo vida, sino inspiración eterna.